Los hermanos Hargreeves vuelven con una temporada de más acción, de más risas y mucho más enfocada.
Puedes encontrar la reseña de la primera temporada aquí.
The Umbrella Academy llegó el año pasado a Netflix a establecer un mundo relativamente nuevo y desconocido de superhéroes que se apoderó de los corazones de millones desde su primer mes la plataforma. Si bien era un ángulo diferente a lo que nos tiene acostumbrados este ‘supergénero’ la primera temporada no fue perfecta. Los creadores Steve Blackman y Jeremy Slater se dieron cuenta de que el verdadero encanto estaba en esta extraña química disfuncional de los hermanos y decidieron enfocarse más en eso en esta segunda parte.
Después de escapar del apocalipsis al final de la temporada pasada, los hermanos se encuentran esparcidos en la década de los 60s en Dallas. Todos están en la misma ciudad, pero en diferentes años por lo que algunos ya han creado sus propias vidas para cuando llega Five y los empieza a reunir a todos. Esto es uno de los temas centrales donde los guionistas aprovechan para exprimir más cada uno de los Hargreeves y darles un conflicto al forzarlos a abandonar su vida estable en Dallas para volver a salvar al mundo de otro apocalipsis que los acompañó en su viaje en el tiempo.
Esta exploración de sus nuevas vidas funciona de maneras muy interesantes para personajes como Diego, que acompañado de su interés amoroso Lila (Ritu Arya), se convierte más en su propio héroe sin tener que depender de ser el Daredevil o Batman del equipo. Lo mismo para Allison quien tiene que adaptarse a una sociedad en pleno movimiento de los derechos civiles. Lamentablemente no se puede decir lo mismo del caso de Luther, quien no parece avanzar mucho en su desarrollo de personaje pues sigue siendo alguien únicamente reactivo a su entorno. Si bien, Tom Hopper da momentos cómicos muy inesperados, como personaje no hay mucho crecimiento.
Ellen Page no logra brillar de la misma manera que la temporada pasada pues su arco en momentos se puede llegar a sentir un tanto separado de la trama principal. La historia de Vanya tiene momentos que afectan el ritmo de los episodios. Quienes si vuelven a brillar y robarse por completo sus escenas son Klaus (Robert Sheehan) y Five (Aidan Gallagher). Klaus tiene la historia más adhoc a su personaje, pero con un corazón más grande de lo esperado y una química espectacular entre Sheehan y su hermano muerto Ben, interpretado por Justin H. Min. El mismo caso para Five quien vuelve a ser el más inteligente del grupo, y el adulto que parece que tiene que arreglar los problemas de todo. Si bien esto es algo que ya vimos la temporada pasada, Gallagher nos muestra otro lado de su personaje quien demuestra su corazón y que el solo quiere el bien de sus hermanos.
Los hermanos también tienen la oportunidad de mostrarnos sus habilidades para escenas de acción pues en esta temporada son muchas. Lo que la serie hace aún mejor que en la pasada es que los asesinos enviados por The Commission, son lo que necesitaba, antagonistas unidimensionales. Esto puede sonar como algo malo, pero al ser solamente unos matones, la historia no pierde el enfoque que perdió con Cha-Cha y Hazel la temporada pasada. Los directores nos vuelven a demostrar que saben cómo manejar escenas de peleas y siguen encontrando su propio estilo que se ve cada vez más único acompañado de un soundtrack muy adecuado a la personalidad de la serie.
Una vez que las diferentes historias se juntan para detener este nuevo apocalipsis es cuando la temporada en verdad despega. Es interesante poder ver un desarrollo individual de cada uno de los hermanos, pero los actores brillan más cuando están juntos. Sea los siete juntos (sí, si vamos a incluir a Ben aunque Klaus no quiera) o en sus misiones donde se dividen, la química entre ellos es impecable. Una vez que encuentra este ritmo a media temporada, la serie no te dejará descansar.
The Umbrella Academy puede parecer que toma mucho de los puntos de la trama de la primera temporada, sin embargo, les da un giro diferente con una segunda temporada mucho más divertida y enfocada. Con personajes secundarios que añaden al desarrollo de los Hargreeves, en lugar de quitarle enfoque, acompañado de las mismas personalidades irreverentes, The Umbrella Academy se establece como la franquicia de superhéroes que Netflix va a mantener activa por mucho tiempo. Y seguro que queda mucha historia que contar, pues ya sabemos que con viajes en el tiempo nada nunca se mantiene estable, y esta es la gran ventaja que tiene la serie para mantenernos interesados por un buen rato más.
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