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  • Josu Cantu

Reseña Fate: The Winx Saga

Mundo sin reglas.


Había un tiempo en el que una serie original de Netflix era prácticamente garantía de calidad. House of Cards, Narcos, Orange is the New Black. Pero desde que nuevos competidores fuertes entraron a la guerra de streaming, el pionero ha estado buscando tener sus propias grandes franquicias que puedan competir con las propiedades intelectuales que tienen compañías como Disney o Warner. Esto ha funcionado en algunos casos, pero en otros, se tienen resultados como Winx. En un intento más de desarrollar una serie en un mundo con potencial de expansión, Netflix vuelve a fracasar.


The Winx Saga es una serie basada en Winx Club, serie animada co-producida por Nickelodeon en el 2004, que gira alrededor de Bloom (Abigail Cowen), un hada quien vivió toda su vida en el mundo humano. Al comenzar la serie ella recién acaba de descubrir que tiene poderes y es reclutada para ir a la escuela de Alfea, para poder entrenar y controlar esas habilidades. Pero en su viaje por descubrir quiénes son sus verdaderos padres, descubre también que hay personas infiltradas en la escuela en busca de dejar entrar a un antiguo mal.


Me gustaría decir que es una premisa con potencial, pero Winx Saga quiere hacer tantas cosas al mismo tiempo, y en solo 6 episodios, que se olvida de establecer a su propio mundo. Cualquier persona que jamás haya visto Winx Club (como yo) se quedará con una idea muy vaga de cuáles son las reglas de este universo. No es hasta el quinto episodio que uno entiende que no todos son hadas en Alfea, existen también los especialistas quienes entrenan todo el día con sus espadas falsas.


Mientras estos especialistas entrenan, las hadas están en sus clases las cuales jamás son explicadas ni como está estructurada la escuela. Winx Saga tiene tanta prisa de demostrar sus aventuras y acción que se olvida de construir los alrededores de los personajes. Y no es que seis episodios hayan sido muy pocos, pues con casi una hora de cada uno, terminan hasta sobrando escenas o hilos conductores en una serie que no sabe ni qué rumbo quiere tomar.


Aunque el desarrollo de su historia es un desastre, no es el caso para todos sus personajes tampoco. Winx Saga tiene su grupo de personajes interesantes como Musa (Elisha Applebaum), hada que puede sentir las emociones de otras personas. O también está Sky, el clásico héroe rubio y atractivo, que, para variar, es de noble corazón. Pero hasta ahí llega cualquier interés que puedan generar sus personajes. El resto son frustrantes en el mejor de los casos, y detestables en el peor. Bloom es una protagonista que debería de generar empatía en su búsqueda por la verdad de sus orígenes, pero termina siendo un personaje egoísta y malagradecido con cualquier buena intención que puedan tener sus amigas.


El resto de las amigas de Bloom son escritas con intención de ser algo, pero terminan reflejando otra cosa. Aisha es una especie de Hermione pero que hace mucho ejercicio, pero solo termina pareciendo una teacher’s pet quien arruina cualquier plan de aventura que puedan tener. Stella es la rubia popular y bully quien a media temporada los guionistas deciden que mejor si quiere tener un buen corazón y les cae bien a todas. Y Terra…


Algo interesante que pudo haber funcionado es el giro más adulto que le quisieron dar al entorno de la serie. En varias escenas vemos fiestas con la presencia de alcohol, drogas, sexo, y cualquier otro vicio que sea popular entre los jóvenes de ahora. Después también está la violencia, pues si bien la acción es casi nula gracias a los villanos estilo A Quiet Place, que rara vez vemos, cuando un personaje es atacado Winx Saga no se guarda sus heridas gráficas. Repito, esto pudo haber funcionado, pero por alguna extraña razón decidieron que nuestros personajes tendrían 16 años, cayendo en ese terrible habito de Hollywood de tener a adultos de 20-22 años, interpretando a adolescentes.


Fate: The Winx Saga, es otro intento más de Netflix de adueñarse de una franquicia con un mundo expandible, pero muy probablemente termine siendo una serie más que quede cancelada después de una o dos temporadas. Los productores no van a lograr atrapar a nadie, pues por lo que se ha leído de los fans originales de Winx Club, es una terrible adaptación. Y en el caso de los que no conocen nada de este universo, pues seis episodios no fueron suficientes para rascar la superficie del mundo de las hadas y Alfea. Y eso lo digo de la peor manera.


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