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Josu Cantu

Reseña Tenet

Christopher Nolan es el protagonista.

Vivimos en un mundo lleno de secuelas, remakes, reboots, y películas con la misma trama, pero diferente actor y nombre. Por esto, una nueva entrega de Christopher Nolan siempre se va a agradecer. El director prácticamente tiene un cheque en blanco y presupuesto infinito con Warner Bros. así que él era el “experimento” perfecto para ver si Hollywood y los cines podrían volver a la normalidad. Tenet no llegó para salvar la industria, pero si para reafirmar que Nolan es uno de los cineastas más creativos y técnicamente hábiles de nuestros tiempos.

Es complicado explicar la trama sin entrar a spoilers, pero Tenet sigue a El Protagonista (John David Washington), Kat (Elizabeth Debicki) y Neil (Robert Pattinson), en una historia de espionaje y acción para salvar a la humanidad en una aventura que nos recuerda la obsesión que tiene Nolan con el tiempo y las tramas no lineales.

En un mundo donde existe la inversión de tiempo, o que las cosas van “al revés”, por ponerlo en palabras sencillas, llama la atención que Tenet no tiene que recurrir las dos horas y media de trama a este recurso. Incluso muchas de las escenas donde vemos la inversión, son algunas que ya vimos en los trailers, convenciéndome cada vez más de dejar de ver más allá del primer teaser. Sin embargo, cuando si vemos la inversión de tiempo en acción, la película se eleva a niveles espectaculares. La dirección se puede sentir rara en un principio, pero quiero creer que es intencional por parte de Nolan. Con el tiempo, no solo El Protagonista se ve más cómodo con la inversión, sino que también el espectador se siente más metido en la acción. Es increíble pensar que la mayor parte de esta película fue hecha con efectos prácticos.

La realidad es que Nolan es el protagonista principal de esta película. Es técnica y visualmente un espectáculo que incluso me atrevería a decir que supera lo antes hecho por el director. Sin embargo, la trama en momentos se puede sentir un poco compleja para su propio bien y no se toma el tiempo para desarrollar lo suficiente a sus personajes para hacernos sentir atraídos hacia ellos. La subtrama de Debicki es el poco corazón que tiene Tenet, pero fuera de eso no logra esa conexión sentimental. Esto no quiere decir que los personajes sean aburridos, pero es gracias a las actuaciones tan carismáticas de Pattinson y Washington. Su química es innegable y Washington se establece como un gran actor que seguro vamos a ver por muchos años más en películas blockbuster.


Otra cosa que afecta a la conexión con los personajes es la mezcla de audio. Sabemos que Nolan le gusta trabajar con música y efectos de sonido muy imponentes, pero por alguna razón lo lleva a niveles que afecta en entender claramente lo que los personajes están diciendo. Sumando que hay escenas donde hablan con máscara de gas, esto no ayuda a entender los diálogos de una trama tan compleja. Cabe recalcar que la vi con subtítulos de un idioma que no hablo en lo absoluto, entonces esto tampoco estaba a mi favor.

Lo que ayudó a que esta mezcla de sonido no acabará por completo con la experiencia fue que el score de Ludwig Göransson es impresionante. El ganador del Oscar por su trabajo en Black Panther, se está estableciendo como uno de los compositores a seguir en Hollywood. Nolan es conocido por trabajar con Hans Zimmer en sus películas, pero el músico no pudo por su trabajo con Dune. Göransson se encarga de manera espectacular de que no se sienta distante su música, incluso se llega a parecer un poco a trabajos anteriores de Zimmer, sin tener que recurrir a hacerlo como una simple “copia” u homenaje.


Me cuesta hablar más de la película sin entrar a detalle y spoilers. Tenet no es una película para impacientes. Desde los primeros diez minutos empieza la montaña rusa de acción y no para hasta la última escena, pero la primera mitad se puede llegar a sentir frustrante el no entender cómo funciona la “ciencia” de la inversión de tiempo. Sin embargo, cuando empiezan a conectar los puntos, es totalmente satisfactorio.

Tenet está lejos de ser la mejor película de Nolan. No es una de sus obras maestras como lo son The Dark Knight, Dunkirk, o (para muchos) Inception, pero sin duda es su entrega más creativa y un logro técnico enorme. Incluso se queda uno con ganas de ver una secuela. Al director no le gustan las secuelas y nos lo ha hecho saber más de una vez. A mí tampoco me gusta cuando hacen secuelas de películas que honestamente cuentan y cierran una propia historia en una sola entrega, pero en este caso tengo que aceptar que me encantaría ver Tenet 2. Creo que hasta podría ser todavía mejor una vez que hayamos visto esto y entendamos con más claridad la inversión.


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