No todos los libros tienen que ser película.
Hay un término que no utilizo mucho, pero cuando lo uso para describir películas, suelen ser películas que hacen algo que me molesta mucho. Este término es ‘Oscar bait’, o la traducción literal al español ‘Carnada para Oscars’. Esto es en pocas palabras, una película la cual cumple con ciertos requisitos o puntos que consideran los miembros de la Academia para nominar a películas. No hablo de los que anunciaron hace unos meses, son requisitos implícitos o “secretos no tan secretos” que ya muchos sabemos son considerados.
¿Por qué te explico esto? Pues porque muchas veces una película se concentra tanto en atraer a los miembros de la Academia y en áreas donde podría ser nominada, que se les olvida escribir una historia interesante. Este es el caso de Hillbilly Elegy, película dirigida por Ron Howard, la cual recién se estrenó en Netflix. Es Oscar bait malo en toda la expresión del término. Un drama basado en una historia real, con actrices de renombre, pero sin narrativa alguna. Lo único que me puedo preguntar es: ¿Por qué era necesaria esta película?
La premisa es básica. J.D., un estudiante de Yale, enfrenta a su pasado y su presente familiar mientras intenta salir adelante en su carrera profesional. La trama se sitúa en los años 90s, donde un joven J.D. (Owen Asztalos) vive una situación familiar complicada con Bev, su mamá, (Amy Adams), su hermana Lindsay (Haley Bennett), y su abuela Mamaw (Glenn Close). Adams interpreta a una mujer con problemas de adicciones y estabilidad laboral. Ella es contrastada por Close quien toma el papel de una abuela, si bien, dura, que ama y se preocupa por el pequeño J.D., quien tiene el potencial de ser el único que sale adelante en la familia. Por otro lado, está la parte de la historia situada en el (quiero decir 2010, pero honestamente podría ser 2011) presente con J.D. adulto (Gabriel Basso) a quien lo vuelve a perseguir sus problemas con su mamá.
Basso es uno de los puntos más fuertes de la película, pero Basso no puede hacer mucho con lo que el guion le da. Su situación, en papel, se ve como una historia interesante, como una historia que podría atraer los ojos de la crítica. Oscar bait. Lo malo es que el guion de Vanessa Taylor no profundiza en lo absoluto en ninguno de los personajes. Sabemos que la situación familiar es difícil, y a veces en la realidad capitalista de un país como Estados Unidos, no tiene explicación una circunstancia como esta. Sabemos que Bev tiene problemas de drogas y es lo que detiene a J.D. para que pueda salir adelante.
Todo lo que la película quiere que sepamos, lo plantea en los primeros 20 minutos. Después de eso es una hora y media de puras escenas o situaciones de conflicto familiar donde algunos personajes gritan, y otros lloran, y otros golpean algún objeto. Esto tal vez no sería tan mal con un trabajo bueno por parte del elenco, pero Bennett y Adams nos dan actuaciones muy regulares. No llegan al punto de ser malas, pero sabemos lo que una actriz como Adams nos puede dar, y eso lo hace aún más decepcionante. Close es a quien más beneficia el guion y aprovecha esto como una actriz tan experimentada como ella debería. Mamaw es un personaje que está ahí para darle algo de corazón a una película que jamás encuentra su razón de ser.
Hillbilly Elegy no es más que un conjunto de escenas con una dirección y actuaciones muy regulares. Es otra película más queriendo adaptar un libro que durante dos años fue muy exitoso, pero más que eso, es una prueba de que no todo libro con ventas millonarias puede o tiene que ser adaptado a la pantalla grande. No es la peor película del año, está lejos de serlo la verdad, pero si es una película que te hace cuestionar por qué se tomarían el tiempo y dinero de producir.
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