Spike Lee trae un estudio a fondo de la relación inexplorada entre el racismo en Estados Unidos y la Guerra de Vietnam.
Dos años después de su aclamada BlacKkKlansman, Spike Lee vuelve con una historia que se origina en la misma época. Mientras Ron Stallworth se infiltraba en el Ku Klux Klan en EE.UU., los protagonistas de esta entrega se encontraban del otro lado del mundo luchando la Guerra de Vietnam, guerra que no sentían como suya, por un país que no sentían como suyo. Da 5 Bloods es otro logro de Lee, que, a pesar de comenzar a ser escrita en el 2013, se siente escalofriantemente relevante y necesaria.
Da 5 Bloods cuenta la historia de cuatro veteranos de guerra Paul (Delroy Lindo), Otis (Clarke Peters), Melvin (Isiah Whitlock Jr) y Eddie (Norm Lewis), junto con David (Jonathan Mayors), hijo de Paul, que se reúnen en Vietnam en el presente, para buscar los restos de su quinto Blood caído en guerra, Norman (Chadwick Boseman), y un tesoro el cual estaban asignados a llevar al gobierno, pero decidieron enterrar para volver por él en un futuro. A pesar de una premisa que si bien, en papel, podría sonar a película de reunión de la 3ra edad, con actores que ya solo buscan pasar un buen rato, el montaje inicial nos muestra lo contrario. La película se toma los primeros minutos para “educarnos” sobre el movimiento de los derechos civiles de los años 60s y sus voces más importantes como Malcolm X y Martin Luther King Jr. Este movimiento sucedía en paralelo con una ‘guerra americana’ en Vietnam. Lee no se contiene al mostrarnos la opresión y violencia vivida en ambos países.
A lo largo de 154 minutos de duración, vemos un cambio en la relación de aspecto en la pantalla para mostrarnos diferentes locaciones: Vietnam en el presente (2.39:1), la jungla (16:9), y flashbacks de los últimos años de la guerra (4:3). Desde el primer vistazo a este último te das cuenta de que, a pesar de estar viendo escenas de hace 40 años, no se utiliza tecnología rejuvenecedora, sino que vemos a los cuatro protagonistas de la misma edad que tendrían en el tiempo presente. Esto a pesar de poder causar confusión al principio, termina siendo una idea brillante por parte de Lee dejando en claro que los Bloods siguen, de una manera u otra, viviendo en la guerra. Lo que pudo ser una decisión que llegara hasta a sentenciar la película, terminó por mostrarnos un recuento crudo y violento de los enfrentamientos. Si bien es difícil de ver, la película no funcionaría igual de otra manera.
“Después de haber estado en una guerra, entiendes que nunca termina” dice el guía Vinh, interpretado por Johnny Nguyen. Sea a través del lente de una cámara Super 8 de los años 60s, o con una pantalla en un bar mostrando las palabras “Apocalypse Now”, a espaldas de un baile que pareciera haría a los Bloods olvidar todo, la guerra busca asomarse de una manera u otra a lo largo de la historia.
El TEPT (Trastorno por Estrés Post-Traumático) es un tema central en la película. Las cicatrices de guerra siguen frescas no solo en los protagonistas, sino también en la sociedad vietnamita. Los Bloods son perseguidos por la memoria de Norman. Mientras en su país, a miles de kilómetros de la guerra real, tenían a Malcolm X y a MLK, los Bloods tenían a Stormin’ Norman como su figura de admiración y respeto. Nada refleja mejor esto que la tremenda actuación de Delroy Lindo como Paul, sin duda uno de los primeros contendientes a los próximos Oscars. En los momentos que parece que la historia se puede llegar a sentir descarrilada, Lindo se roba los reflectores con su actuación soberbia, tan aterradoramente real que nos muestra una cara de la guerra que estamos acostumbrados a hacer a un lado. Lindo no interpreta un héroe del cine bélico como nos tiene acostumbrados Hollywood, es una víctima que regresó a sus tierras para seguir atrapado en un conflicto racial aún vigente.
Del otro lado del espectro está el arma de doble filo que es la libertad creativa que Netflix dice otorgar a los directores. Siendo casi un hecho que Lee no habría podido contar la historia de la misma manera en cualquier otro estudio, esto a veces se le puede salir de las manos. Con la duración de más de dos horas y media, algunos hilos de la trama pueden sentirse como parte de otra película, dejando otros sin la exploración a fondo que pudo haber dado más impacto sentimental a la resolución de conflictos. Estos hilos terminan afectando también el ritmo de la película, específicamente en el segundo acto donde el impacto emocional que Lee espera que tengas en algunas escenas no llega sino hasta el tercero.
En días de un movimiento de Black Lives Matter, que algunos dicen podría ser igual de importante que el movimiento de los derechos civiles; con una voz que logró silenciar por un tiempo hasta a una pandemia que ha afectado a millones alrededor del mundo, llegó Da 5 Bloods. Pareciera coincidencia una película con temática tan ad hoc a los tiempos actuales, pero la realidad es que es un mensaje sin tiempo. Si bien sabemos que la historia es esta reunión de veteranos en busca del oro, la situación dramática que la rodea tiene como trasfondo una lucha por terminar con la discriminación, que se ha mantenido viva desde mucho antes de los años 60s. La guerra de Vietnam fue solo la manera de mostrarnos una pequeña parte de esto.
Comments