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Josu Cantu

Reseña Artemis Fowl

Una muestra de falta de identidad de Disney+.


En un año repleto de retrasos y cambios de fecha en el mundo del cine, Disney decide mover uno de sus estrenos del año, Artemis Fowl, a su plataforma de streaming Disney+. A diferencia de películas como Mulan y Black Widow, que fueron pospuestas para meses después, Disney decide mandar a nuestros hogares esta producción llena de retrasos y con una terrible campaña de marketing. Tras saber eso y ver esta película, que más bien se siente como una entrega de Disney Channel, uno en verdad se tiene que preguntar si Bob Iger y compañía en realidad tenían en sus planes que esto llegara a la pantalla grande.

Artemis Fowl es una adaptación de una serie de libros, escritos por Eoin Colfer, del famoso y

sobrepoblado género, Young Adult. Es un proyecto que diferentes casas productoras,

directores, y escritores, han querido traer a la vida desde el 2000, año en el que ni Harry Potter había saltado a la pantalla grande a apoderarse del género. 20 años después, llega por fin, dirigida por Kenneth Branagh (Thor, Cinderella), pero, contrario a cómo llegó, bien

pareciera que en 20 días quedará rápidamente en el olvido. Ahora bien, cabe aclarar que

personalmente no he leído los libros. Sin embargo, según los fieles fanáticos de los libros,

Disney tampoco los leyó.

Yo llego y salgo de esta adaptación con el conocimiento, de este universo, que la película nos muestra, o mejor dicho, nos platica. El guionista, Conor McPherson, rompe con una de las reglas más básicas del cine: mostrar, no contar. La historia de Artemis Jr. es contada por Mulch Diggums, el personaje terriblemente sobreactuado de Josh Gad, con un voice over que te persigue a lo largo de la película con su planteamiento. Pero esto es solo una parte de la trama, pues Artemis Fowl se llega a sentir como ese trabajo escolar que tú y tu equipo dividieron en partes y no se volvieron a hablar hasta que era hora de entregarlo. Esto no quiere decir, forzosamente, que el resultado final del trabajo siempre será malo, pero cuando es malo, tenemos entregas como esta. 30 minutos dentro y uno no sabe si está viendo una película o pedazos diferentes de varias.

Por un lado, tenemos la trama de Artemis Fowl Jr. (Ferdia Shaw), quien quiere obtener un

artefacto llamado el Aculos. Este artefacto serviría como moneda de cambio para poder recuperar a Artemis Fowl Sr. (Colin Farrell) quien fue secuestrado por el villano de la película, Opal Koboi, de quien no sabemos absolutamente nada, más que quiere conquistar el mundo con dicho Aculos. Por otro lado, tenemos la historia de la sociedad secreta de las hadas. Dentro de esta tenemos al hada Holly Short (Lara McDonnell), también en búsqueda del Aculos para limpiar el nombre de su padre, que según nos dicen, traicionó a las hadas. Esta búsqueda por el Aculos, que por cierto la película nos quiere recordar cada 15 minutos que es el artefacto más poderoso del universo, une a estas dos historias, resultando en Artemis Jr. atrapando a Holly. Esto provoca que la comandante de las hadas, personaje interpretado por Judi Dench, envíe a sus tropas a recuperar a Holly, porque los humanos no pueden descubrirlos. Esto viene después de que la misma cinta nos muestre que cuando un humano ve a las hadas, simple y sencillamente le borran la memoria y todos continúan con sus vidas.

La película, que en premisa suena como una búsqueda del tesoro, tiene no más de tres

locaciones. Branagh no se toma la molestia de llevarnos más que de ida y vuelta entre la casa de los Fowl y la ciudad de las hadas, Haven City, con uno que otro desvío a donde Artemis Sr. está encerrado. Cabe mencionar que lo poco que vemos de Haven City es visualmente atractivo y que Disney no está escondiendo las carteras con el presupuesto. Sin embargo, uno no puede dejar de pensar que el presupuesto para el CGI dejó a todos los otros departamentos de producción sin dinero. Con cortes sin sentido que te hace pensar que los personajes tienen poderes de tele transportación, es difícil terminar de entender qué exactamente está pasando y quién está involucrado en cada escena. Esto es especialmente notorio en las secuencias de acción. Uno pensaría que el equipo de edición llevó a cabo el proyecto en una plataforma de trabajo colaborativo, como Google Drive. Los problemas no terminan ahí. El guion no sabe lo que es esta película, mucho menos nosotros. En algunos momentos se toma demasiado en serio, en otros hace intentos de chistes para una audiencia de niños de no más de ocho años. Nos buscan decir una y otra vez que Artemis Jr. es un niño brillante, quien es mejor que todos y un genio que solo se siente identificado con Einsten y Hawking, pero en ningún momento vemos esto.

En cuanto a las actuaciones, Judi Dench, quien también fue parte del elenco de la infame

Cats, nos deja pensando que a estas alturas de su carrera, ya se rindió. Colin Farrell da la

impresión que grabó sus escenas en un día, fue por su cheque y huyó del set. En cuanto a la

interpretación del personaje titular por parte de Ferdia Shaw, no puedes más que sentirte mal por el debut de este actor. Es difícil criticar a Shaw, de tan solo 15 años, pero es inevitable no ver su terrible actuación en esta película. Sus expresiones y reacciones físicas no alinean con lo que su personaje dice. En momentos que pensarías que la tensión es altísima, se mantiene sentado y con una cara de confusión de no saber si debe estar aterrado, o manteniendo la calma ya que él es Artemis Fowl y él tiene un plan, plan que para el espectador es difícil de seguir. No solo las actuaciones individuales dejan mucho que desear, pero también la parte colectiva. Con una banda sonora que se siente reciclada de los almacenes de Disney, Branagh quiere que uno se sienta conectado a los personajes y sus amistades, pero el guion no profundiza en lo absoluto en ninguna de éstas. Artemis Jr. y Holly en un punto acuerdan ser amigos por siempre, pero al momento sigo tratando de recordar cuando comenzó dicha

amistad.

Artemis Fowl es una entrega más del catálogo de live action de Disney que deja mucho, sino es que todo, que desear. Si bien visualmente es una producción digna de llevar el nombre de Walt Disney Studios en los cines, el resto se siente como las películas que veíamos en Disney Channel al principio del siglo. Esto nos deja pensando y con duda sobre el plan que tiene la compañía con Disney+. Debutando con una serie como lo fue The Mandalorian, muchos pensábamos que esta sería una nueva era de televisión con nivel de producción de la pantalla grande. Sin embargo, ver que Artemis Fowl fue removida de los cines para estrenarse en la plataforma de streaming, nos hace replantear la idea de ¿Qué es Disney+? Porque si esta película es alguna indicación, quiere decir que no es más que una plataforma con contenido original sin identidad, que está borrando las líneas que separan a Disney Channel de Walt Disney Studios.

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